Los puntos reflejos de Chapman como método de sanación

El masaje de puntos reflejos neurolinfáticos o puntos reflejos de Chapman, como se le conoce popularmente es uno de los recursos que utiliza la Kinesiología para tratar patologías y lesiones. Parte de masajear puntos aislados del cuerpo para poder sanar cualquier rincón de nuestro organismo.¿Quieres saber más sobre él?

 

¿Cómo nació el masaje de puntos neuro-linfáticos?

 

El masaje de puntos reflejos de Champan debe su nombre a Frank Champan, su impulsor. En los años 20, este osteópata estadounidense descubrió que, masajeando ciertas zonas doloridas del cuerpo, la sensibilidad desaparecía y el bienestar de las personas aumentaba. Chapman relacionó esto con la circulación linfática, así como con la obstrucción de las caras anteriores y posteriores del cuerpo: si la función de drenaje no funciona correctamente y se encuentra con un exceso de toxicidad, el sistema linfático puede atascarse y provocar problemas en cualquier parte de nuestra organismo.

 

Es aquí donde entran en juego los puntos reflejos neuro-linfáticos. En su práctica, Chapman descubrió que la mayoría de estos puntos estaban localizados en la parte anterior del cuerpo, con sus correspondientes en la parte posterior y su relación refleja con diferentes órganos. Aunque están en relación con el flujo linfántico, no se trata de capilares, de vasos, de angiones o de ganglios. Más bien actúan como conmutadores de ellos y, al estimularlos, activan una red de impulsos nerviosos que logran desbloquear el sistema linfático en esa zona; es decir, reequilibran la capacidad de drenaje de los órganos o tejidos involucrados.

 

La técnica

 

El tratamiento de estos puntos neurolinfáticos se realiza manualmente, utilizando el dedo índice o corazón para localizarlos. Una vez encontrados, se comienza a masajear suavemente sobre ellos, con un pequeño movimiento de rotación en el sentido de las agujas del reloj. Es importante dedicar un tiempo a palpar el punto para determinar su estado y estimar el tiempo de manipulación necesario.

 

Se comienza trabajando los puntos que tengan alteraciones (o puntos activos); primero, los anteriores del lado derecho, después los anteriores del lado izquierdo y finalmente los posteriores. Hecho esto, debería apreciarse una mejora en los puntos anteriores. Si esto no ocurre a pesar de repetir el ciclo, es señal de que existe una patología importante y antigua, con lo que el cambio se producirá más lentamente.

 

Lo que está claro es que los masajes de puntos reflejos de Chapman son un tratamiento sumamente eficaz en muchísimas lesiones y enfermedades, que ayudan a diagnosticar alteraciones, a mejorar los órganos y a fortalecer la musculatura en general. Si quieres convertirte en un experto en esta técnica y saberlo todo sobre ella, apúntate a nuestro curso profesional de Osteopatía: en su temario tienes asignaturas que te permitirán acercarte a los puntos neurolinfáticos y dominarlos a la perfección. ¿Te animas?

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